Las mozas de aquella época tenían mucho
arte para “alejar” a los moscones. Una de las artimañas más utilizadas era la de extender el vestido al sentarse, creando una “zona prohibida” alrededor de la moza para evitar acercamientos peligrosos, tal y como se ve a Elvira en esta
foto. También el
baile era a veces un auténtico “cuerpo a cuerpo”, en el que la mano que poníamos delicadamente sobre el hombro del caballero podía convertirse en una perfecta palanca cuando él intentaba acercarse más de la cuenta.