Para Pilar: alguna vez que otra fuimos a bañarnos a la mata, por ser tan espaciosa y tranquila; mi hija vivia frente a las piscinas, la verdad, el agua estaba bastante caldorra y con el gran riesgo de dar un rebalon que tuviera fatales consecuencias, había que andar como PATO MAREAO porque si nó, te esponias a romperte la cabeza, las playitas de alrededor son tan minusculas y con tantas piedras que al final optabamos por las piscinas. Eso no quiere decir que no tenga un gratisimo recuerdo de ese maravilloso pueblo. Un saludo