Ay Eudosia, lo que me he podido reir,... no lo habia oido nunca, pero si otros casos parecidos, concretamente uno protagonizado por Perpetua, la dueña de la venta de Aguasmestas, era tia de mi padre, yo no la conocí, murió el año que yo nací. Ésta mujer era tremenda para las bromas, que muchas veces resultaban pesadas, pero ella era así..
Contaba mi padre, y esto es verdad) que en una ocasión venia de Madrid un señorito que se quedó a dormir en la venta, para seguir viaje al dia siguiente. Preguntó por el servicio y le llevaron al final der corredor donde habia una especie de cajón con un agujero, ésto estaba encima de la cuadra y solo era para alguna persona un tanto importante, los demás hacian sus necesidades en la cuadra en vivo y en directo. Como el señorito se quedaba a dormir, élla tramó una de las suyas para el dia siguiente. Tenia un criado que hacia todo lo que le mandaba sin recchistar y siempre era el que le ayudaba en todas y cada una de las que preparaba, que no fueron pocas en su vida.
Pues, bien, cuando al dia siguiente se levantó el huesped y fué al retrete, el criado desde la cuadra con un pincho mangado en un palo largo, le picó en el culo y el pobre hombre salio despavorido gritando:, señora, señora... en su water hay vívoras..... por supuesto con los pantalones a rastras y diciendo ésto a gritos, élla que era una teatrera, seria y con cara de pena ¿no me diga? ¡ay Dios mio! pues la picadura es mortal, venga para acá que le pongo donde le picó un machacado que es el único remedio. Puso ajos en el mortero, sal pimentón y aceite, le untó toda la culera bien untada para que pudiera seguir viaje en el coche de caballos que era el medio de transporte que habia por aquella época. Seguro que el pobre hombre nunca se olvidaria de las vívoras del water de la venta de Aguasmestas.
Contaba mi padre, y esto es verdad) que en una ocasión venia de Madrid un señorito que se quedó a dormir en la venta, para seguir viaje al dia siguiente. Preguntó por el servicio y le llevaron al final der corredor donde habia una especie de cajón con un agujero, ésto estaba encima de la cuadra y solo era para alguna persona un tanto importante, los demás hacian sus necesidades en la cuadra en vivo y en directo. Como el señorito se quedaba a dormir, élla tramó una de las suyas para el dia siguiente. Tenia un criado que hacia todo lo que le mandaba sin recchistar y siempre era el que le ayudaba en todas y cada una de las que preparaba, que no fueron pocas en su vida.
Pues, bien, cuando al dia siguiente se levantó el huesped y fué al retrete, el criado desde la cuadra con un pincho mangado en un palo largo, le picó en el culo y el pobre hombre salio despavorido gritando:, señora, señora... en su water hay vívoras..... por supuesto con los pantalones a rastras y diciendo ésto a gritos, élla que era una teatrera, seria y con cara de pena ¿no me diga? ¡ay Dios mio! pues la picadura es mortal, venga para acá que le pongo donde le picó un machacado que es el único remedio. Puso ajos en el mortero, sal pimentón y aceite, le untó toda la culera bien untada para que pudiera seguir viaje en el coche de caballos que era el medio de transporte que habia por aquella época. Seguro que el pobre hombre nunca se olvidaria de las vívoras del water de la venta de Aguasmestas.
