Buenas tardes, vecinos. Si éste cabrito no me la forma, os saludaré, por fin,
VIVA ESPAÑA que bueno, por fin,.... que nervios, yo estaba en casa y no tengo tele, pero habia un silencio,..... malo, malo, menos mal, pobres que cansados estarian, al final del todo, que alegria, en fin se lo han currado..
He pasado a saludar a Canales y no se que leí de la porra, ¿ya se sabe a quien le toca? estoy del todo despistada, a ver si me entero en vivo y en directo.
Voy a sentarme a la puerta a leer el periódico a ver como ha sido la cosa, hasta luego a tod@s.
VIVA ESPAÑA que bueno, por fin,.... que nervios, yo estaba en casa y no tengo tele, pero habia un silencio,..... malo, malo, menos mal, pobres que cansados estarian, al final del todo, que alegria, en fin se lo han currado..
He pasado a saludar a Canales y no se que leí de la porra, ¿ya se sabe a quien le toca? estoy del todo despistada, a ver si me entero en vivo y en directo.
Voy a sentarme a la puerta a leer el periódico a ver como ha sido la cosa, hasta luego a tod@s.
Pilar, a las dos ganadoras de la porra (Feli y Jose) se les obsequiará con un correberás con cascabel atrás. Creo les hará mucha ilusión.
Un fuerte abrazo, amiga matriarca. Se feliz y saluda a los rebaños que suban de mi parte.
Un fuerte abrazo, amiga matriarca. Se feliz y saluda a los rebaños que suban de mi parte.
Estos días oímos como pasan los rebaños aprovechando el fresco de la madrugada. Es un sonido muy peculiar, que me remonta al pasado ¡Cuanto nos gustaba salir a ver pasar las ovejas de la trashumancia! Cuando yo era pequeña, los pueblos de los alrededores tenían cada uno su rebaño y su pastor, que devolvía cada noche las ovejas al pueblo. Cada vecino salía a recoger las suyas cuando anochecía, esa falta de luz natural y del alumbrado público que por entonces no existía, pudo propiciar la anécdota que os voy a contar. En uno de esos pueblos vivía un hombre que llamaban “el viluso” por razones evidentes. Un día que el rebaño llegaba al pueblo entre dos luces, una de las vecinas ya mayor, encogida y tapada con el echarpe negro apartaba sus ovejas. En el momento que estaba sujetando a una de la ovejas por detrás, salió “el viluso” que buscando las suyas agarró por error a la mujer por detrás al grito de “Ahora si que no te escapas”. Las risas no fueron por la confusión del viluso si no por la respuesta que le dió la vieja: “AQUÍ NO HOMBRE, AQUÍ NO”.
A los buenos días queridos paisanos.
Tinina, leer estas anécdotas contadas con tu singular y peculiar estilo, son un auténtico deleite. Muchas gracias por todo lo que aportas, a mi por lo menos me haces pasar muy buenos ratos. NO CAMBIES, NO CAMBIES, NO CAMBIES............
Gracias, paisana.
Tinina, leer estas anécdotas contadas con tu singular y peculiar estilo, son un auténtico deleite. Muchas gracias por todo lo que aportas, a mi por lo menos me haces pasar muy buenos ratos. NO CAMBIES, NO CAMBIES, NO CAMBIES............
Gracias, paisana.