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LA MAGDALENA: Se empezó a decir que si te untabas las manos con ajo,...

Bien porque les tenia arrinconados el señor Pablo, bien porque se hacían los remolones, Pedrito y Juan el de Honorio siempre eran los últimos a la vuelta del recreo. Cuando entraban, la maestra de turno les llamaba al orden a su mesa y les “arreglaba” las palmas o incluso las uñas con la vara o con la regla, hasta que inventaron que si se untaban las manos con ajo, la vara les rebotaba y no les hacia daño. No se ni cuando se embadurnaban con el ajo, ni si este remedio era efectivo; seria mejor que ellos mismos nos sacasen de la duda.

Se empezó a decir que si te untabas las manos con ajo, la vara rebotaba y le daba a la maestra en la cara; nosotros así lo hacíamos con la esperanza de que fuese cierto, pero nunca tuvimos la suerte de ver como la vara le daba en las narices a la maestra.
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Pedrito, serviría esa experiencia para animar a más de uno/a a meterse en la carrera del magisterio?