Gilio animaba al tambor,
pero éste no recibía,
el ritmo no era el mejor,
por el olor que percibía.
Venga amigo dale con aire,
la incógnita apuntaba hacía arriba,
el acordeón se mostraba afable,
mientras el aire de la 5 salía.
pero éste no recibía,
el ritmo no era el mejor,
por el olor que percibía.
Venga amigo dale con aire,
la incógnita apuntaba hacía arriba,
el acordeón se mostraba afable,
mientras el aire de la 5 salía.
Primo, yo creo que tu ya intuías algo de lo que ahí podía ocurrir y con que atención mirabas... jajaja, eso se tiene que avisar...! que los que dormíamos encima estábamos en grave peligro...!