¡No saquéis mas el carro, que tengo una riñonada de atropar patatas! Y ahora tenemos que empezar la matanza. Yo me he comprometido a hacer morcillas dulces con la receta que nos dió Olga este verano en Valbueno, a ver si lo puedo cumplir y este verano os invito a todos.
Es lo mejor que puedes hacer en éstos dias de invierno, ¡que ricas están!
La historia del cura y el carretero no la habia oido nunca, sabes tu más de la venta que yo que nací allí, desde luego que son cosas muy curiosas que sucedian en esa época, por el modo de vivir de la gente. Las necesidades eran muchas y habia que trabajar mucho y duro para tener lo más necesario.
Mi padre de soltero, recuerdo de oirle contar que durante el invierno, y con el fin de ganar algo tambien llevava carbón con un carro de bueyes desde Rioscuro a La Robla, y dormian en La Magdalena, en el mesón (la casa de Cándido y Marucha) pero dormian en el pajar, lo de dormir en cama era un lujo, traian un saco grande lleno de paja trillada encima del carbón, ésto les servia de colchon y tambien de alimento para los bueyes, la paja con harina de centeno, era el alimento de los bueyes. Ellos comian de la merienda que llevavan de casa. solo compraban el vino en el mesón. En nada se parecia la vida de nuestros padres a la de ahora de nuestros hijos.
La historia del cura y el carretero no la habia oido nunca, sabes tu más de la venta que yo que nací allí, desde luego que son cosas muy curiosas que sucedian en esa época, por el modo de vivir de la gente. Las necesidades eran muchas y habia que trabajar mucho y duro para tener lo más necesario.
Mi padre de soltero, recuerdo de oirle contar que durante el invierno, y con el fin de ganar algo tambien llevava carbón con un carro de bueyes desde Rioscuro a La Robla, y dormian en La Magdalena, en el mesón (la casa de Cándido y Marucha) pero dormian en el pajar, lo de dormir en cama era un lujo, traian un saco grande lleno de paja trillada encima del carbón, ésto les servia de colchon y tambien de alimento para los bueyes, la paja con harina de centeno, era el alimento de los bueyes. Ellos comian de la merienda que llevavan de casa. solo compraban el vino en el mesón. En nada se parecia la vida de nuestros padres a la de ahora de nuestros hijos.