Bueno ¿qué os parece el resultado? Pasad, pasad y que os atienda este guapo camarero, que es de esa época en la que hasta los camareros fumaban y bebían en los bares. No hay mucho surtido, sólo una marca de cada cosa, pero se suple con la simpatía del personal de la casa y las ganas de pasarlo bien de los clientes.
El molinillo de café, el reloj de pared y -por supuesto- el camarero siguen en activo, el resto de las cosas son para el recuerdo, como esa tele en la que vimos el primer viaje a la Luna.
El molinillo de café, el reloj de pared y -por supuesto- el camarero siguen en activo, el resto de las cosas son para el recuerdo, como esa tele en la que vimos el primer viaje a la Luna.