Lili, te voy a contar la historia de esta iglesia de Camposagrado tal como me la contaban a mí de niña en la romería de Camposagrado y que seguro que tu llegaste a oir también de tu padre.
En tiempos de la Reconquista, el ejercito árabe que estaba en León salió al encuentro de los cristianos de Don Pelayo que bajaban de las montañas avanzando por La Magdalena hacia León. Las huestes de Don Pelayo avanzaron hasta parapetarse en La Llana de Benllera, al pie de El Cillerón, mientras el moro Almanzor vigilaba en la Oxa. Los ejércitos enemigos se fueron acercando y en los primeros encuentros la suerte fue muy adversa para los cristianos. Cundía el desaliento cuando un capitán apellidado Colinas pidió al rey buen numero de azadones y con sus soldados abrió los “pozos de Colinas”, en número de trece, en los que metió cuantos guerreros pudo, perfectamente escondidos y cubiertos con ramas y nieve. Almanzor avanzó como una tromba sin percatarse de la trampa de Colinas, rebasó los pozos de éste e inesperadamente, el ejercito moro, cogido por la espalda, fue masacrado. El lugar donde el Capitán Colinas dio muerte al ejercito moro recibió primero el nombre de Mala Muerte y después Valle de la Muerte, o Valamuerte como se conoce ahora; queda en la vertiente occidental del Cillerón y todavia hoy dia, fijándose bien, se pueden ver y contar los famosos trece pozos del capitán Colinas.
Como podéis ver, las escaramuzas de los mineros y antidisturbios que hemos presenciado este año vienen de una larga tradición en nuestra zona aunque con el tiempo se han hecho menos cruentas.
En tiempos de la Reconquista, el ejercito árabe que estaba en León salió al encuentro de los cristianos de Don Pelayo que bajaban de las montañas avanzando por La Magdalena hacia León. Las huestes de Don Pelayo avanzaron hasta parapetarse en La Llana de Benllera, al pie de El Cillerón, mientras el moro Almanzor vigilaba en la Oxa. Los ejércitos enemigos se fueron acercando y en los primeros encuentros la suerte fue muy adversa para los cristianos. Cundía el desaliento cuando un capitán apellidado Colinas pidió al rey buen numero de azadones y con sus soldados abrió los “pozos de Colinas”, en número de trece, en los que metió cuantos guerreros pudo, perfectamente escondidos y cubiertos con ramas y nieve. Almanzor avanzó como una tromba sin percatarse de la trampa de Colinas, rebasó los pozos de éste e inesperadamente, el ejercito moro, cogido por la espalda, fue masacrado. El lugar donde el Capitán Colinas dio muerte al ejercito moro recibió primero el nombre de Mala Muerte y después Valle de la Muerte, o Valamuerte como se conoce ahora; queda en la vertiente occidental del Cillerón y todavia hoy dia, fijándose bien, se pueden ver y contar los famosos trece pozos del capitán Colinas.
Como podéis ver, las escaramuzas de los mineros y antidisturbios que hemos presenciado este año vienen de una larga tradición en nuestra zona aunque con el tiempo se han hecho menos cruentas.