Siendo muy pequeña, una mañana de domingo iba muy ufana y vestida de estrena a buscar leche a casa de la Sra. Herminia cuando salió a mi encuentro Lali la de Víctor. Llevaba yo un abrigo nuevo de color rojo con el cuello de terciopelo y un gorrito a juego, así que Lali se agachó para verme mejor y acercando su cara a la mia exclamó sorprendida "Tinina ¡pareces Caperucita Roja!".
-"Y tu el lobo" dije yo, mirándola muy seria.
Siempre que nos vemos recordamos aquella anécdota e incluso nos saludamos diciendo esas dos frases entre risas.
-"Y tu el lobo" dije yo, mirándola muy seria.
Siempre que nos vemos recordamos aquella anécdota e incluso nos saludamos diciendo esas dos frases entre risas.