Pilarina, tienes razón, aquí me falta la cestita pero cuando Lali me encontró yo llevaba la clásica lechera de aluminio en la mano, iba a buscar leche a
casa de la Sra. Herminia y del Sr. Segundo. Así era como en mi casa nos enseñaban a nombrar y respetar a las personas mayores.
Un abrazo para tí y otro para Toño.