LA CRÓNICA DE LEÓN 19/06/2011
GENTES DE LEÓN
Del frío de Rusia al calor de la sopa
Estuvo en tres guerras, es un clásico de la Semana Santa y el sopero mayor
F. Fernández / León
Los amigos del vino de Gerardo García Arias ya le hacen la misma broma desde hace unos días: “Calienta Gerardo, que llegan las sopas”.
Y es que este paisano de 92 años que no aparenta (“cuando estuve en Rusia en la División Azul me debieron congelar y así me conservo”, bromea), nacido en La Magdalena y huérfano desde niño (“mi padre se mató en la mina cuando yo tenía 4 años”) es el encargado desde hace 53 años ‘ininterrumpidos’ de hacer las sopas de ajo en las fiestas de San Juan. “Tengo el record del mundo de hacer sopas, multiplica 52 por varios miles al año y te saldrá la suma, yo no lo quiero ni pensar”.
Tiene un largo anecdotario con esta profesión en la que muchos años perdió dinero. “Lo que todo el mundo cree es que el año más concurrido fue cuando vinieronlos Reyes y no es verdad, fue un año que Gelete se pasó varias semanas animando a acudir a tomar las sopas y aquello se desbordó, se acabaron las sopas...”.
Pese a sus bromas, Gerardo García tiene una biografía realmente singular y con episodios duros en la misma. Nacido en La Magdalena con sólo “cuatro años me quedé huérfano, mi padre se mató en la mina” por lo que comenzó a trabajar desde muy niño. “Con 12 años ya era pinche en el hotel Oliden”.
Hasta hizo trampa para entrar en el Ejército con solo 14 años. “Y me salió mal pues aún no había cumplido los 16 y ya me mandaron al frente en Asturias, a la Revolución del 34, estaba allí cuando asesinaron a las monjinas de Astorga”, recuerda. Después estuvo en la Guerra Civil y, “como dos guerras me parecieron pocas me apunté a la División Azul en Rusia. Anda que no pasé frío en aquellos meses, todavía no se me ha quitado”.
Gerardo, que es un clásico de la Semana Santa y fundador de varias bandas, hace otra última broma: “Por eso me arrimo a las sopas, a ver si entro en calor y se me quita lo de Rusia”.
GENTES DE LEÓN
Del frío de Rusia al calor de la sopa
Estuvo en tres guerras, es un clásico de la Semana Santa y el sopero mayor
F. Fernández / León
Los amigos del vino de Gerardo García Arias ya le hacen la misma broma desde hace unos días: “Calienta Gerardo, que llegan las sopas”.
Y es que este paisano de 92 años que no aparenta (“cuando estuve en Rusia en la División Azul me debieron congelar y así me conservo”, bromea), nacido en La Magdalena y huérfano desde niño (“mi padre se mató en la mina cuando yo tenía 4 años”) es el encargado desde hace 53 años ‘ininterrumpidos’ de hacer las sopas de ajo en las fiestas de San Juan. “Tengo el record del mundo de hacer sopas, multiplica 52 por varios miles al año y te saldrá la suma, yo no lo quiero ni pensar”.
Tiene un largo anecdotario con esta profesión en la que muchos años perdió dinero. “Lo que todo el mundo cree es que el año más concurrido fue cuando vinieronlos Reyes y no es verdad, fue un año que Gelete se pasó varias semanas animando a acudir a tomar las sopas y aquello se desbordó, se acabaron las sopas...”.
Pese a sus bromas, Gerardo García tiene una biografía realmente singular y con episodios duros en la misma. Nacido en La Magdalena con sólo “cuatro años me quedé huérfano, mi padre se mató en la mina” por lo que comenzó a trabajar desde muy niño. “Con 12 años ya era pinche en el hotel Oliden”.
Hasta hizo trampa para entrar en el Ejército con solo 14 años. “Y me salió mal pues aún no había cumplido los 16 y ya me mandaron al frente en Asturias, a la Revolución del 34, estaba allí cuando asesinaron a las monjinas de Astorga”, recuerda. Después estuvo en la Guerra Civil y, “como dos guerras me parecieron pocas me apunté a la División Azul en Rusia. Anda que no pasé frío en aquellos meses, todavía no se me ha quitado”.
Gerardo, que es un clásico de la Semana Santa y fundador de varias bandas, hace otra última broma: “Por eso me arrimo a las sopas, a ver si entro en calor y se me quita lo de Rusia”.
Hola José Angel, cómo va Ud.? espero que muy bien!
Me ha encantado esta historia de don Gerardo, pero qué hombre por Dios!
Leyendo su historia, uno aquí se acuerda de nuestros mayores también, ya que como Ud. sabe, a Argentina llegaron tantos inmigrantes con sus historias personales a cuestas. En particular, yo conozco a varias personas que han pasado por guerras, miserias y cosas muy feas en su niñez y juventud...
Puede Ud. felicitar a don Gerardo cuando lo vea?
Y lo felicito a ud. por contar esto. Y a muchos otros que han escrito cosas de otros tiempos. Vamos, que uno se queja a veces de tanta pequeñez, que cuando lee estas cosas, nos quejamos de gusto, no?
Un abrazo, amigo, y saludos a su familia!
Sandra Chahín Gutiérrez
Me ha encantado esta historia de don Gerardo, pero qué hombre por Dios!
Leyendo su historia, uno aquí se acuerda de nuestros mayores también, ya que como Ud. sabe, a Argentina llegaron tantos inmigrantes con sus historias personales a cuestas. En particular, yo conozco a varias personas que han pasado por guerras, miserias y cosas muy feas en su niñez y juventud...
Puede Ud. felicitar a don Gerardo cuando lo vea?
Y lo felicito a ud. por contar esto. Y a muchos otros que han escrito cosas de otros tiempos. Vamos, que uno se queja a veces de tanta pequeñez, que cuando lee estas cosas, nos quejamos de gusto, no?
Un abrazo, amigo, y saludos a su familia!
Sandra Chahín Gutiérrez
