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LA MAGDALENA: Vengo por aquí aburrido, de Facerbook de Outlook, de...

Historia del abuelo Gilio
En aquellos tiempos, cuando yo era un chaval, recuerdo que nuestras diversiones no eran muy decentes que digamos y cuanto más nos divertíamos era cuando más daño hacíamos, así paso a recordar mis tiempos de chaval peleón y los retos que nos hacíamos citando al desafío en la era de Vicente y cuando allí nos encontrábamos uno en frente del otro alguien ponía una mano y decía, el que de aquí es el más valiente y al que se adelantaba le decían dale un tanto en la frente y el combate era de lucha libre y valía todo hasta que uno quedaba derrotado de estos combates me acuerdo muy bien, y tenía como los más peligroso a Pablete un sobrino de Eloy y Felones un hijo de Carrizo, (y en Canales no me puedo olvidar del Famoso GRINGAS), pero esto no rompía nuestra amistad al juntarnos cuando se trataba de divertirse como era tirar los domingos los vagones por la escombrera del mimbrero y que luego Elpidio nos los dejaba cargados con escombro y descarrilados.
Todos manejábamos el tiro de piedra unos a mano como Manolo el de la Fortuna otros con tirador o con hondas contra los de canales al otro lado del rio en el Espinadal, todo empezaba en el coto cuando nos repartían la fruta comíamos las manzanas y con lo que quedaba nos tiraban y tirábamos a los de canales y cuando eso se terminaba empezábamos con las castañas de los muchos castañales que había y a continuación con las piedras de arreglar la carretera que estaban amontonadas a la orilla, con el tirador practicábamos la puntería en las jícaras de Publio o Quico las del telégrafo eran más grandes esas las dejábamos para los principiantes Publio tenía unas de cristal verdes con la cabeza pequeña que cuando te cargabas una era una gozada. Las del telégrafo eran grandes y blancas se apuntaban mejor pero rompían mal.
Cuando empezaban a tener fruta los arboles procurábamos hacernos un madurero en el pajar de Vicente entre la paja menuda pero nunca terminaban de madurar por que las comíamos antes y como estaban rollas las machacábamos así se comían mejor éramos unos artistas las huertas más defendidas eran la de los de la fonda en el prao miranda que tenía un perro de mucho cuidao, y la de Andrés que dormía con la luz encendida la escopeta en la ventana cargada con cartuchos de sal y unas tanzas que desde el árbol seguían hasta su habitación para hacer sonar una esquila.
Éramos unos artistas reconociendo todas las cosas que se podían comer como acederas lecherinas agavanzas tallos de los espinos garbanzos en el alto las eras guisantes junto al molino de Goyo, había otras plantas que les llamábamos morga la machacábamos y cuando por el verano el rio traía poco agua la metíamos en los abangos y las truchas se atontonaban otro sistema para coger truchas eran las botellas de gaseosa que tenían una pita metíamos carburo que cogíamos en la escombrera donde los mineros vaciaban el candil y con un poco de agua el gas cerraba la pita y terminaba explotando, otro entretenimiento que teníamos eran los botes de carburo a un bote le hacíamos un agujero en el fondo hacíamos un pozo en la tierra echábamos un poco de agua y un poco de carburo poníamos el bote encima y le apretábamos la tierra alrededor el gas salía por el agujero escupíamos en el agujero y cuando empezaba hacer gorgoritos le arrimábamos el fuego y con una explosión salía lanzado el bote por los aires había veces que se hacia el candil y empezaba a quemarse el gas motivo por el cual tuvimos un accidente con un bote que nos hacia el candil y no éramos a explotarlo Vitalinin cogió la caja de las cerrillas y achismo con la mano y exploto y le dio en una ceja, yo cuando lo veo todo lleno de barro y sangrando estaba oscureciendo pero él me decía que no veía nada yo con un susto le di la mano y bajamos a la bomba de Luciano a lavarse y después de bien lavado fui con el asta cerca de su casa y a su madre le debió decir que se cayó corriendo por el monte porque al día siguiente Rosalía me preguntaba cómo se había caído, pero nunca pasaba nada eran cosas de chavales y cuando llegabas a casa con la cabeza rota mi madre me echaba un poco de azúcar en la herida y a correr, se hacía un costrón y cuando se caía estaba curado.
De todo esto puede dar fe Gabriel Carcedo Mohino, alias (Gainza)

Vengo por aquí aburrido, de Facerbook de Outlook, de Yahoo, Hohmail,, y me dije,,
Me voy pal pueblo
Hoy es mi día
Voy a alegrar toda el alma mía
Y me puse a pensar
de cuando
era un chaval
Me voy pal pueblo
Hoy es mi día
Voy a alegrar toda el alma mía

Pero que pena tener perro y no tener cadena, me acuerdo de mi amigo Vitorino que me decía ya no me gusta venir al pueblo por que no hay viejos con quien hablar y yo le dije si ay y muchos y cuando tu vienes ay uno mas, enseña te a parlar con los jovenes pero no sabia contar historias y batallitas del abuelo, pero yo siempre tuve mucho cuento y ahora lo cuento y se lo digo ala nieta, quieres que te cuente el cuento de las medias azules ta ta ra tules y no sigo colorin colcolorado este cuento se ha acabado Gilio el de Pili o el marido de Pilar
Respuestas ya existentes para el anterior mensaje:
Gilio, nunca tuve problemas con internet, y ahora me salen por todos los lados, desde que cambiaron los correos, el Messenger, etc, etc. me pasa lo mismo que a ti, me tienen harta.

Y lo de Vitorino el Maragato, tienes razón, venía a casa a ver a mamá, y le decía eso mismo. Después los dos empezaban a recordar viejos tiempos... y durante un rato se les veía felices.. porque volvían a su pasado. Pero todavía en el pueblo tenemos a varias personas, que nos dejan sus recuerdos a través de filandones ... (ver texto completo)