Las matanzas era algo muy especial. Se ha perdido como tantas y tantas
costumbres, ahora el que hace unos chorizos---que ya son muy pocos los que los hacen--compran la carne en la carniceria, la llevan ya picada para
casa y lo único que hacen es el adobo y el embutirla en la tripa.
Todo cambia y así hay que aceptar las cosas, pero el recuerdo de las matanzas de otros tiempos está en nuestras mentes, no es fácil olvidarlo. Pilar.