Mamita, con qué fruición
con qué entusiasta alegría
vi anochecer este día
mamita del corazón.
Hoy es tu santo ¿no es eso?
¿Y qué darte yo podré?
Mi corazón ¡cómo no!
Te lo entrego en este beso
en este beso mamá
van colmadas mis caricias
mi cariño y mis albricias
todo lo que tú me das.
Era la poesía que nos enseñaban en la escuela para que luego se la recitásemos a nuestras madres en el Día de la Madre, que entonces se celebraba el 8 de diciembre, día de la Inmaculada Concepción
con qué entusiasta alegría
vi anochecer este día
mamita del corazón.
Hoy es tu santo ¿no es eso?
¿Y qué darte yo podré?
Mi corazón ¡cómo no!
Te lo entrego en este beso
en este beso mamá
van colmadas mis caricias
mi cariño y mis albricias
todo lo que tú me das.
Era la poesía que nos enseñaban en la escuela para que luego se la recitásemos a nuestras madres en el Día de la Madre, que entonces se celebraba el 8 de diciembre, día de la Inmaculada Concepción
¿Quien es el autor de la poesía?