La segunda labra tiene los motivos de los apellidos García de La Vecilla, Robles y Ordás, y su leyenda en latín es traducible como: "Un árbol bueno da buenos frutos. Matheo, año de 1.652".
(Ver el libro "La Mancomunidad del Curueño. Historia, Hidalguía y Armería en Piedra".
María del Carmen Orejas.)
(Ver el libro "La Mancomunidad del Curueño. Historia, Hidalguía y Armería en Piedra".
María del Carmen Orejas.)