Después de descansar, reponer fuerzas tras el ascenso, con el bocadillo y en "traguín", de disfrutar del panorama, del paisaje, de buscar aquí y allá los numerosas pueblos que desde la cumbre se pueden divisar e intentar identificar sus nombres (intenta contarles, si eres capaz, y me lo comunicas, pues yo no lo he conseguido, y son varias las escaladas que he hecho y los ratos que he pasado compemplando el espéndido panorama que desde allí se puede divisar). Con el espíritu renovado ante tanta tranquilidad,...