Por fin lo hemos conseguido. Es hora de recuperar fuerzas. Todo aquí sabe a gloria. El
agua está buena pero... el traguillo de vino está divino. Ha valido la pena el esfuerzo. Un bocata divisando los
paisajes que desde aquí podemos contemplar nos hace olvidar el cansancio y disfrutar de estas maravillas... Numerosos
pueblos podemos divisar desde estas alturas:
Fuentes, La Mata, Ferreras, La Red, El Otero, Las
lagunas de Taranilla y un largo etcétera... ¡Qué mavavilla! Esto sí que es paz y tranquilidad. Uno recuerda aquello de: Dichoso el que huye del mundanal ruido...