Después de descansar, reponer fuerzas tras el ascenso, con el bocadillo y en "traguín", de disfrutar del panorama, del paisaje, de buscar aquí y allá los numerosas pueblos que desde la cumbre se pueden divisar e intentar identificar sus nombres (intenta contarles, si eres capaz, y me lo comunicas, pues yo no lo he conseguido, y son varias las escaladas que he hecho y los ratos que he pasado compemplando el espéndido panorama que desde allí se puede divisar). Con el espíritu renovado ante tanta tranquilidad, inmensidad y belleza se ha de emprender el descenso.
Tómatelo con calma. Con mucho cuidado y sin ninguna prisa, pues los tobillos te pueden jugar una mala pasada, desciende hasta "El Colorado"; desde allí dirígete hacia la "Collada de Ajos" y después hacia "Las Bodeguinas".
Antes de pasar hacia la Collada, echa la mirada hacia las alturas, compempla el camino recorrido y disfruta. Has sido valiente y estoy seguro que no olvidarás este bonito paseo, aunque un "poquito" costoso.
Desde el alto de La Collada contempla el valle de Sabero... y otros horizontes hasta más allá de la Red.
Cuando ya hayas descansado, baja por la pista hasta el Santuario de la Velilla, nuestra "Santina" y agradécele la mañana que has pasado y, ante ella, recuérdate de los tuyos.
Si has sido previsor y te queda bocadillo, siéntate bajo la sobra de un roble. ¿Se puede pasar un día más feliz?
Manolo
Tómatelo con calma. Con mucho cuidado y sin ninguna prisa, pues los tobillos te pueden jugar una mala pasada, desciende hasta "El Colorado"; desde allí dirígete hacia la "Collada de Ajos" y después hacia "Las Bodeguinas".
Antes de pasar hacia la Collada, echa la mirada hacia las alturas, compempla el camino recorrido y disfruta. Has sido valiente y estoy seguro que no olvidarás este bonito paseo, aunque un "poquito" costoso.
Desde el alto de La Collada contempla el valle de Sabero... y otros horizontes hasta más allá de la Red.
Cuando ya hayas descansado, baja por la pista hasta el Santuario de la Velilla, nuestra "Santina" y agradécele la mañana que has pasado y, ante ella, recuérdate de los tuyos.
Si has sido previsor y te queda bocadillo, siéntate bajo la sobra de un roble. ¿Se puede pasar un día más feliz?
Manolo