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Te diré viajero:
Porque es fácil que no figure en tu mapa,
te diré viajero, como se llega a la Mata.
Orillando el Tuéjar, un sencillo camino,
carretera que nadie asfalta,
no se hacen “inversiones” en esta zona olvidada.
La Mata de Monteagudo, está, por que sí,
entre Peñavilla y Peñacorada
con la Virgen de la Velilla siempre haciendo la guardia.
Provincia de León, ya en montaña.
Emigran cigüeñas y gentes,
se queda despoblada.
La Virgen como ellos,
en invierno al pueblo sube
en primavera al Santuario baja.
Segundo domingo de agosto,
día del turista llaman,
las sombras del rebledal de gentío se llenan
para saborear tortilla y chuletilla "al roble".
Oir rezo de rosario en la tarde,
ver procesión y pasear "PENDONES".
Te hará falta:
Buen calzado, un sombrero y un hacha.
Mucho humor para un camino
siempre “pindio”, no hay llanadas;
una tortilla española, un “tanque” para el agua.
No lleves reloj, caminante,
las sombras, los cerros o unas campanadas las horas señalan,
no vayas con prisa, ¡descansa!.
Va de ecologistas, de montañeros.
Son los hijos de la zona, quien más la aman,
aunque ahora algún señorito use sus cotos de caza.
Puede que haya bolera, u oigas alguna plegaria.
El monte estará ahí y el pueblo “tu casa”.
Condición para ello: admirar belleza,
no esperar ganancias humanas.
gritar libre en el monte, desear
que la modernidad no olvide la montaña.
Es gratis:
Beber agua
en fuentes del pueblo o la collada.
Sentarse a gozar la sombra, dormir o merendar,
bajo roble añejo, cerezo, piorno, haya.
Ver nevar o una noche estrellada
oyendo de paso al búho, o un sapo que canta.
Conocer los “negrillos”,
ver florecer zarza y retama.
Poner “rachón” en el fuego,
compartir luego calor y brasas.
Observar piedras talladas
con inscripciones latinas o cristianas.
Ver salir a su campo
los rebaños, al repique de campana.
Tocar el pastoril “cuerno”,
moldear una “cachava”.
Coger té, tomillo, orégano
subir a la Peña o a la Collada.
Caminar monte arriba,
ver el ciervo que de la reserva baja.
Con mucho cariño a todos cuantos amamos "el pueblín".
C. F. F y M F. F.
C. F. F
Porque es fácil que no figure en tu mapa,
te diré viajero, como se llega a la Mata.
Orillando el Tuéjar, un sencillo camino,
carretera que nadie asfalta,
no se hacen “inversiones” en esta zona olvidada.
La Mata de Monteagudo, está, por que sí,
entre Peñavilla y Peñacorada
con la Virgen de la Velilla siempre haciendo la guardia.
Provincia de León, ya en montaña.
Emigran cigüeñas y gentes,
se queda despoblada.
La Virgen como ellos,
en invierno al pueblo sube
en primavera al Santuario baja.
Segundo domingo de agosto,
día del turista llaman,
las sombras del rebledal de gentío se llenan
para saborear tortilla y chuletilla "al roble".
Oir rezo de rosario en la tarde,
ver procesión y pasear "PENDONES".
Te hará falta:
Buen calzado, un sombrero y un hacha.
Mucho humor para un camino
siempre “pindio”, no hay llanadas;
una tortilla española, un “tanque” para el agua.
No lleves reloj, caminante,
las sombras, los cerros o unas campanadas las horas señalan,
no vayas con prisa, ¡descansa!.
Va de ecologistas, de montañeros.
Son los hijos de la zona, quien más la aman,
aunque ahora algún señorito use sus cotos de caza.
Puede que haya bolera, u oigas alguna plegaria.
El monte estará ahí y el pueblo “tu casa”.
Condición para ello: admirar belleza,
no esperar ganancias humanas.
gritar libre en el monte, desear
que la modernidad no olvide la montaña.
Es gratis:
Beber agua
en fuentes del pueblo o la collada.
Sentarse a gozar la sombra, dormir o merendar,
bajo roble añejo, cerezo, piorno, haya.
Ver nevar o una noche estrellada
oyendo de paso al búho, o un sapo que canta.
Conocer los “negrillos”,
ver florecer zarza y retama.
Poner “rachón” en el fuego,
compartir luego calor y brasas.
Observar piedras talladas
con inscripciones latinas o cristianas.
Ver salir a su campo
los rebaños, al repique de campana.
Tocar el pastoril “cuerno”,
moldear una “cachava”.
Coger té, tomillo, orégano
subir a la Peña o a la Collada.
Caminar monte arriba,
ver el ciervo que de la reserva baja.
Con mucho cariño a todos cuantos amamos "el pueblín".
C. F. F y M F. F.
C. F. F