Agradecimientos del Rescatado.:
«Solidario, valiente y generoso»
José Antonio González quiso destacar el trato que recibió de los agentes del Greim y del puesto de Villablino, «unos profesionales como la copa de un pino y, sobre todo, muy humanos». El montañero definió a Abrahám Morán como «solidario, valiente y generoso» al empeñarse en la búsqueda «en la gélida noche, en aquellos montes que conoce, pero en unas condiciones poco alentadoras. Frío, hielo, oscuridad no fueron obstáculo para que Abraham, nuestro héroe, empapado y aterido, consiguiera encontrar la luz de mi frontal en la peligrosa, inhóspita y helada pendiente», expone en una carta de agradecimiento. «Los dos Greim, Nacho y Ángel (verdaderos ángeles de la guarda de carne y hueso) nos sacaron de aquel infierno con precisa profesionalidad y, sobre todo, con infinita calidad humana, llevándonos a terreno seguro tras las angustiosas horas de espera. Más personas merecen nuestro agradecimiento: José Manuel Reguero Suárez, los dos agentes de la Guardia Civil de Villablino, José Antonio Ganzo, Enrique y su hija Patricia, de La Casona de Babia, en San Emiliano, a ellos por su humanidad y ayuda», concluye.
«Solidario, valiente y generoso»
José Antonio González quiso destacar el trato que recibió de los agentes del Greim y del puesto de Villablino, «unos profesionales como la copa de un pino y, sobre todo, muy humanos». El montañero definió a Abrahám Morán como «solidario, valiente y generoso» al empeñarse en la búsqueda «en la gélida noche, en aquellos montes que conoce, pero en unas condiciones poco alentadoras. Frío, hielo, oscuridad no fueron obstáculo para que Abraham, nuestro héroe, empapado y aterido, consiguiera encontrar la luz de mi frontal en la peligrosa, inhóspita y helada pendiente», expone en una carta de agradecimiento. «Los dos Greim, Nacho y Ángel (verdaderos ángeles de la guarda de carne y hueso) nos sacaron de aquel infierno con precisa profesionalidad y, sobre todo, con infinita calidad humana, llevándonos a terreno seguro tras las angustiosas horas de espera. Más personas merecen nuestro agradecimiento: José Manuel Reguero Suárez, los dos agentes de la Guardia Civil de Villablino, José Antonio Ganzo, Enrique y su hija Patricia, de La Casona de Babia, en San Emiliano, a ellos por su humanidad y ayuda», concluye.