Poco a poco se llega lejos. Es tarea de todos nostros, primero informar y luego animar a participar. Hay gente de La Urz por todo el mundo. Seguramente no saben de la existencia, yo mismo lo descubrí por casualidad. A todos nos gusta revivir nuestra niñez y esto puede ser una buena forma de recordarla. Nuestras salidas de fiesta, ida y regreso "a pata", nuestras tertulias con "las vascas", por la mañana en "los praos" del árbol,"Valdemarciel", jiblín y alrededores, cuando "se andaba" "la hoja de abajo" y por la tarde en el río. Las vacas se guardaban solas. Alguna vez nos asustaban Carmen, Laudela o Leonor, pero no pasaba nada. ¡Qué tiempos! Un abrazo a todos.