Aunque, de vez en cuando entraba en el foro, por una causa u otra no tenía tiempo para apretar las teclas. Os puedo asegurar que no era galbana.
Cuando Diez, me puso el examen del "arao", no me amurnié, lo que sucede es que se me han olvidado alguna de sus partes, sólo recuerdo: mangera, tarigüela, dental, tiradero, reja y pina, pero no el de los dos palos que abrían el surco ni de la pieza curva que une el dental con el tiradero.
Sobre las tareas que se hacen con este instrumento, que puede ser tirado por una pareja de vacas o bueyes o por un caballo, me viene a la memoria la ralba, la vina, la tercia y la siembra.
Veo, que pensáis mucho agosto, yo tengo en la mente más julio por aquello de ir a segar la hierba con el gadaño, que había que afilar con la piedra del cachapo, cuando se mellaba con las piedras de las torcas o los liviaos y las alambres de las lindes. Con la hierba se formaban los marallos. Pero lo bueno venía con las dieces y el traguín.
Cuando me pongo a escribir en este foro se agolpan los recuerdos y, como si fuera un niño, me viene a la mente lo que sigue:
"Las cabras de Juan Barbero
van todas por un sendero,
la pinta lleva la guía,
la blanca lleva el cencerro,
los gatos van por las vigas,
cuidando las longanizas
y un ratoncito que se acercó,
vaya torzato que se llevó"
Esto se recitaba a un niño haciendo circulos alrededor de su carita. Por supuesto, que el "tortazo" era una caricia.
Hasta otra.
Cuando Diez, me puso el examen del "arao", no me amurnié, lo que sucede es que se me han olvidado alguna de sus partes, sólo recuerdo: mangera, tarigüela, dental, tiradero, reja y pina, pero no el de los dos palos que abrían el surco ni de la pieza curva que une el dental con el tiradero.
Sobre las tareas que se hacen con este instrumento, que puede ser tirado por una pareja de vacas o bueyes o por un caballo, me viene a la memoria la ralba, la vina, la tercia y la siembra.
Veo, que pensáis mucho agosto, yo tengo en la mente más julio por aquello de ir a segar la hierba con el gadaño, que había que afilar con la piedra del cachapo, cuando se mellaba con las piedras de las torcas o los liviaos y las alambres de las lindes. Con la hierba se formaban los marallos. Pero lo bueno venía con las dieces y el traguín.
Cuando me pongo a escribir en este foro se agolpan los recuerdos y, como si fuera un niño, me viene a la mente lo que sigue:
"Las cabras de Juan Barbero
van todas por un sendero,
la pinta lleva la guía,
la blanca lleva el cencerro,
los gatos van por las vigas,
cuidando las longanizas
y un ratoncito que se acercó,
vaya torzato que se llevó"
Esto se recitaba a un niño haciendo circulos alrededor de su carita. Por supuesto, que el "tortazo" era una caricia.
Hasta otra.