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Buena narración y nada novelesca, ya que coincide con la realidad. Yo no llegué a dormir allí. Si que recuerdo que dormían pero yo no tenía edad para quedarme sólo. Efectivamente parece ser que en el descanso de la cavadura se solía encontrar con el relevo. Yo recuerdo ir pero entonces se volvía a dormir a casa. También fui alguna vez con las vacas de casa. No habría de braña aquel año o no sé.
En una ocasión a finales de junio, en la época de paso de los rebaños, había terminado de pasar uno, estaba a la sombra de un peorno, allí junto al cordel, estudiando para la revalida de 6º (16 ó 17 años) y comprobé como el caballo se ponía derecho, mirando hacía arriba y la perra empezó a ladrar. Pasaba un lobo tras el rebaño. Fue la primera vez que lo ví. Al oir mi voz comenzó a correr a gran velocidad.
Esa es, quizás la anécdota más siginificativa de mis estancias por la braña.
Un abrazo para todos
En una ocasión a finales de junio, en la época de paso de los rebaños, había terminado de pasar uno, estaba a la sombra de un peorno, allí junto al cordel, estudiando para la revalida de 6º (16 ó 17 años) y comprobé como el caballo se ponía derecho, mirando hacía arriba y la perra empezó a ladrar. Pasaba un lobo tras el rebaño. Fue la primera vez que lo ví. Al oir mi voz comenzó a correr a gran velocidad.
Esa es, quizás la anécdota más siginificativa de mis estancias por la braña.
Un abrazo para todos