Todo cambia, pero todo vuelve al pasado. Es una forma de revivir las tradiciones y a la vez conservarlas, aunque con pequeñas variantes, motivadas por la situación laboral de los visitantes.
Antiguamente, los carnavales comenzaban el domingo, llamado "domingo gordo" y terminaban el martes. Ahora por eso de las circunstancias, concentración de personal en el fin de semana etc, se adelantan y la fiesta "más gorda"se hace coincidir con el sábado. Por eso digo que todo cambia y a la vez todo vuelve.
Normalmente, a medida que avanza febrero, llegan "los antruejos" (procedente del latín "introitu", entrada en la Cuaresma), según el diccionario castellano tradicional, días de carnaval.
Por estas fechas, y ahora se vuelve, los guirrios (también del latín guerriere, saltar de gozo, retozar) y según el diccionario castellano tradicional, personaje típico de carnaval, y zafarrones (personaje disfrazado), recorrían las calles de los pueblos, ataviados con máscaras, cencerros y también solía llevarse un toro (especie de cajón de madera con cuernos y figura de toro) que un mozo solía intoducir en la cabeza y hacía amagos de envestir "turriar", en nuestro argot.
Yo recuerdo como de pequeño, se hacía todo esto por las calles de La Urz, no sé que habrá sido del toro, evidentemente ya en fase de decadencia, que en pocos años llegó al exterminio, por falta de personal. En la generación de nuestros padres fue el apogeo.
Recorríamos las calles, llamabamos en las casas y la gente aportaba algún presente, huevos, chorizos etc. Luego el martes por la tarde-noche, nos juntabamos en una casa y degustabamos todo los recaudado. No faltaba la tipica tortilla española.
Lógicamente esto ya es imposible revivirlo en cada pueblo omañés, pero tengo entendido que en estos últimos años, sí que se está celebrando en Riello y con sonado éxito.
Espero que este año sea similar y el éxito mayor.
Un abrazo para todos y felices carnavales o zafarronada.
Antiguamente, los carnavales comenzaban el domingo, llamado "domingo gordo" y terminaban el martes. Ahora por eso de las circunstancias, concentración de personal en el fin de semana etc, se adelantan y la fiesta "más gorda"se hace coincidir con el sábado. Por eso digo que todo cambia y a la vez todo vuelve.
Normalmente, a medida que avanza febrero, llegan "los antruejos" (procedente del latín "introitu", entrada en la Cuaresma), según el diccionario castellano tradicional, días de carnaval.
Por estas fechas, y ahora se vuelve, los guirrios (también del latín guerriere, saltar de gozo, retozar) y según el diccionario castellano tradicional, personaje típico de carnaval, y zafarrones (personaje disfrazado), recorrían las calles de los pueblos, ataviados con máscaras, cencerros y también solía llevarse un toro (especie de cajón de madera con cuernos y figura de toro) que un mozo solía intoducir en la cabeza y hacía amagos de envestir "turriar", en nuestro argot.
Yo recuerdo como de pequeño, se hacía todo esto por las calles de La Urz, no sé que habrá sido del toro, evidentemente ya en fase de decadencia, que en pocos años llegó al exterminio, por falta de personal. En la generación de nuestros padres fue el apogeo.
Recorríamos las calles, llamabamos en las casas y la gente aportaba algún presente, huevos, chorizos etc. Luego el martes por la tarde-noche, nos juntabamos en una casa y degustabamos todo los recaudado. No faltaba la tipica tortilla española.
Lógicamente esto ya es imposible revivirlo en cada pueblo omañés, pero tengo entendido que en estos últimos años, sí que se está celebrando en Riello y con sonado éxito.
Espero que este año sea similar y el éxito mayor.
Un abrazo para todos y felices carnavales o zafarronada.