A últimos de julio, del año pasado, sobre las cinco de la tarde subía por la carretera hacia el pueblo y a la altura del hito kilométrico (2), ubicado en los pacederos de Prazuelo, me sorprendió ver que un zorro atravesaba la carretera tranquilamente, y más, que al hacer sonar el claxon ni se inmutó.
Ese mismo día, al caer la tarde, después de pasar Ceide, dirección a Riello, en la curva vi a Pepe el del Ariego, su mujer y otra persona que estaban ensimismados mirando para las tierras, situadas a la derecha de la carretera. Tras rebasarlos, pare el coche y me apee para saludarlos, y comprobé que lo que llama su atención era un zorro que estaba próximo al ribero y el cual se acercaba para comer magdalenas que le ofrecían en la mano.
- ¿Come magdalenas?
- Éste lo que le des, anda todos los días por aquí. De la residencia no sale.
¿Era el mismo zorro? No lo sé a mi me pareció más grande el “caminante” de la carretera. No olvidemos que sigue faltando la gallina y el que se la haya comido se le tendrá que notar en algo ¿ó no?.
Ese mismo día, al caer la tarde, después de pasar Ceide, dirección a Riello, en la curva vi a Pepe el del Ariego, su mujer y otra persona que estaban ensimismados mirando para las tierras, situadas a la derecha de la carretera. Tras rebasarlos, pare el coche y me apee para saludarlos, y comprobé que lo que llama su atención era un zorro que estaba próximo al ribero y el cual se acercaba para comer magdalenas que le ofrecían en la mano.
- ¿Come magdalenas?
- Éste lo que le des, anda todos los días por aquí. De la residencia no sale.
¿Era el mismo zorro? No lo sé a mi me pareció más grande el “caminante” de la carretera. No olvidemos que sigue faltando la gallina y el que se la haya comido se le tendrá que notar en algo ¿ó no?.