Hice estudios y prácticas en la Escuela de Especialistas, como mecánico de Aviación y me pasé dos años en la Virgen del Camino. Después de estar unos años ausente, volví de nuevo y me llevé una desilusión al ver convertida la antigua iglesia de la Virgen, en este edificio modernista. Ya me lo habían dicho. No se a quién se le ocurriría la idea; pero yo, a mi manera de ver, la encuentré desacertada. La iglesia anterior tenía un encanto y se podía estar en ella, recogido en oración, durante mucho rato pues daba gusto entrar y pedirle a la Virgen que te librara de accidentes y que los exámenes te fueran bién. Y la verdad es que me escuchó pues nunca en mi vida profesional los he tenido graves a pesar de haber volado muchas horas y muchas veces, con viejos cacharros, antes de que nos modernizáramos. En aquellos tiempos tuve en la Escuela un compañero de la Virgen del Camino que se llamaba Anibal. Un saludo a todas aquellas gentes...