Santuario de la Virgen del Camino
Ubicado en La Virgen del Camino, León, es hoy un moderno Santuario construido en 1961. Pero, si quisiéramos empezar por el principio, diríamos que primero fue la Ermita y, luego, el pueblo que nace junto a y por la Ermita. Por encontrarse en el "Camino de Santiago", fue fácil el nombre de Virgen del Camino o "Ventas del Camino", como se le conoció también.
¿Por qué la Ermita? Porque un día -cuenta la tradición- estaba un pastor de Velilla de la Reina, llamado Alvar Simón Fernández, el día 2 de Julio de 1505, fiesta de la Visitación de la Virgen, guardando su ganado y "entreteniéndose" con profundas reflexiones, cuando vio en el sitio en que hoy se encuentra la Ermita del Humilladero, la imagen de nuestra Señora, parecida en la forma a la Virgen del Camino de León.
Se sorprendió el pastor -sigue diciendo la relación que seguimos-, al ver delante de sí a tan gran reina, rodeada de claros resplandores, y más cuando oyó que le hablaba la misma Señora, diciéndole: "Vete a la ciudad, avisa al obispo que venga a este sitio y coloque en lugar decente esta mi imagen, la cual ha querido mi Hijo se aparezca en este lugar, para bien de esta tierra". A lo que respondió el pastor: "Señora, ¿cómo me creerán de que sois Vos la que me envía?" Y le dijo la Virgen: "Dame esa honda que tienes en la mano". Y, tomándola en la suya, la Soberana Señora cogió una piedra pequeña, la colocó en la honda y la arrojó diciendo: "Di al obispo que encontrará esta piedra tan grande, que será señal suficiente de que yo te envío, y en el mismo en que hallaréis la piedra, es mi voluntad y la de mi Hijo que se coloque la imagen". Dicho esto desapareció la visión.
Esta narración de la aparición de la Virgen del Camino está tomada de unas hojas sin fecha, ni firma, que existen en el archivo del Santuario. Por la letra, parece de fecha reciente, aunque copiadas de otra más antigua. Con ligeras variantes, es la misma que trae el P. Villafañe: Compendio histórico de las imágenes de la Virgen. Salamanca, 1726. Lo mismo en Baldomero Díez: El culto de la Virgen en el antiguo Reino de León. Oviedo, 1900. Conforme con estos datos están varias Actas de la Catedral, del Archivo Municipal, y documentos del Convento de la Concepción de León y Archivo del Santuario. Todo ello analizado, estudiado y compendiado en: J, SALVADOR Y CONDE: La Virgen del Camino. Everest, León, 1980.
Luego, continúa la tradición, trataron, el obispo y los muchos eclesiásticos y seglares que fueron a registrar por sí mismos el prodigio y se convencieron de la verdad, de levantar en aquel sitio una ermita para colocar en ella la bendita imagen.
O sea que en los primeros momentos de la aparición, se construyó una ermita pequeña y pobre en el sitio que hoy se llama el Humilladero, como lugar señalado por el pastor Simón, de la presencia de la Virgen, que, en un principio, parecía sólo su imagen.
Pronto sintieron los devotos la conveniencia de acercar el Santuario al camino francés, ruta concurrida de peregrinos y de romeros, y accediendo a estos deseos el Cabildo y el Corregidor encargaron la construcción de otra ermita más lujosa y más amplia, en el lugar donde se encontró la piedra arrojada por la Virgen, a los canteros Sáiz, haciendo probablemente los planos el famoso Badajoz.
Ubicado en La Virgen del Camino, León, es hoy un moderno Santuario construido en 1961. Pero, si quisiéramos empezar por el principio, diríamos que primero fue la Ermita y, luego, el pueblo que nace junto a y por la Ermita. Por encontrarse en el "Camino de Santiago", fue fácil el nombre de Virgen del Camino o "Ventas del Camino", como se le conoció también.
¿Por qué la Ermita? Porque un día -cuenta la tradición- estaba un pastor de Velilla de la Reina, llamado Alvar Simón Fernández, el día 2 de Julio de 1505, fiesta de la Visitación de la Virgen, guardando su ganado y "entreteniéndose" con profundas reflexiones, cuando vio en el sitio en que hoy se encuentra la Ermita del Humilladero, la imagen de nuestra Señora, parecida en la forma a la Virgen del Camino de León.
Se sorprendió el pastor -sigue diciendo la relación que seguimos-, al ver delante de sí a tan gran reina, rodeada de claros resplandores, y más cuando oyó que le hablaba la misma Señora, diciéndole: "Vete a la ciudad, avisa al obispo que venga a este sitio y coloque en lugar decente esta mi imagen, la cual ha querido mi Hijo se aparezca en este lugar, para bien de esta tierra". A lo que respondió el pastor: "Señora, ¿cómo me creerán de que sois Vos la que me envía?" Y le dijo la Virgen: "Dame esa honda que tienes en la mano". Y, tomándola en la suya, la Soberana Señora cogió una piedra pequeña, la colocó en la honda y la arrojó diciendo: "Di al obispo que encontrará esta piedra tan grande, que será señal suficiente de que yo te envío, y en el mismo en que hallaréis la piedra, es mi voluntad y la de mi Hijo que se coloque la imagen". Dicho esto desapareció la visión.
Esta narración de la aparición de la Virgen del Camino está tomada de unas hojas sin fecha, ni firma, que existen en el archivo del Santuario. Por la letra, parece de fecha reciente, aunque copiadas de otra más antigua. Con ligeras variantes, es la misma que trae el P. Villafañe: Compendio histórico de las imágenes de la Virgen. Salamanca, 1726. Lo mismo en Baldomero Díez: El culto de la Virgen en el antiguo Reino de León. Oviedo, 1900. Conforme con estos datos están varias Actas de la Catedral, del Archivo Municipal, y documentos del Convento de la Concepción de León y Archivo del Santuario. Todo ello analizado, estudiado y compendiado en: J, SALVADOR Y CONDE: La Virgen del Camino. Everest, León, 1980.
Luego, continúa la tradición, trataron, el obispo y los muchos eclesiásticos y seglares que fueron a registrar por sí mismos el prodigio y se convencieron de la verdad, de levantar en aquel sitio una ermita para colocar en ella la bendita imagen.
O sea que en los primeros momentos de la aparición, se construyó una ermita pequeña y pobre en el sitio que hoy se llama el Humilladero, como lugar señalado por el pastor Simón, de la presencia de la Virgen, que, en un principio, parecía sólo su imagen.
Pronto sintieron los devotos la conveniencia de acercar el Santuario al camino francés, ruta concurrida de peregrinos y de romeros, y accediendo a estos deseos el Cabildo y el Corregidor encargaron la construcción de otra ermita más lujosa y más amplia, en el lugar donde se encontró la piedra arrojada por la Virgen, a los canteros Sáiz, haciendo probablemente los planos el famoso Badajoz.