Y-¦ me respondióel Señor de las Cumbres
Mi admirado Antonio Viñayo, pontífice de las letras leonesas, me recomendó una vez que, cuando tuviera ocasión, ensayara la gritoterapia en la campa praderil de la
laguna de
Lago de Babia, que era el lugar ex profeso para ensanchar los pulmones resonando el eco humano contra la crestería de los picachos, porque allí ya invocaba paz el rey Fernando II cuando otorgó los Fueros al Lugar en 1186.
14/11/2010 MATÍAS DÍEZ ALONSO
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