Siento pena, de no verte,
ni cerca de la
ventana,
ni saliendo por la
puerta,
ni en el
corral de tu
casa.
¡Tengo pena, de no verte!
regresar un día de
pesca
acariciando tu caña;
domingo, o día de
fiesta
repicando las
campanas.
¡Tengo pena, de no verte!.
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