Yo también me uno al pésame de la familia de MARCELO es verdad que se le va a echar de menos por Lumajo o por las calles de villa pero tenemos que acostumbrarnos. Cada vez que yo llego a Lumájo espero que mi abuela este sentada en la piedra como siempre pero no es así, están las nuevas generaciones que son con lo que tenemos que consolarnos. bss