3 meses GRATIS
A enero le sigue febrero, mes fulero
A febrero loco, le sigue marzo, también un poco loco
Agua de febrero, mata al usurero
El mes de febrero lo inventó un casero y a marzo un labriego.
En enero el besugo es caballero, y el chicharro compañero
Febrerito loco, quien no se fía de él, acierta un poco
Lluvias y nieves por febrero, son augurios lisonjeros
Un amigo, es la mano que despeina la tristeza
Si no llueve en febrero, ni buen pan, ni buen caldero
Es hombre loco quien por abarcar mucho, aprieta poco.
El mal letrado, enredador y caro
En el mes de febrero canta el jilguero, en mayo canta el canario.
El año que ha de ser bueno entra riendo.
Nieve a copos, dura poco
Año de nones, son los mejores.
Año de pares, más abundantes.
Año ruin, cuando llueve mucho en enero y nieva en abril
Oficial de mucho, maestro de nada.
Más discurre un hambriento que cien abogados.
Quien muchas cosas emprende, pocas acaba.
Quien sigue dos liebres, a ninguna prende.
A las putas y los toreros, a la vejez los espero
Ceder a un vicio, cuesta más que sostener una familia.
Con los pocos años vienen los engaños, con los muchos los desengaño
¯¨'*·~-.¸¸,.-~***TIRAMISÚ 1***`·.¸¸.·´´¯`··._.·
Ingredientes para 4 personas:
- Bizcochos de soletilla
- 250 grs de nata líquida
- 250 grs de queso Mascarpone
- 50 grs de sucre
- 2 yemas de huevo
- 200 grs de café expresso
- 10 grs de azúcar
- 1 vasito de licor Amaretto
- Cacao en polvo para adornar
Elaboración:
Para hacer la crema, poner a hervir la crema de leche y el azúcar a 86 grados (necesitareis un termómetro de cocina). Seguidamente, batid las yemas de huevo en un bol. Cuándo la crema empieze a hervir, incorporadla en el bol, mientras se va removiendo. A continuacion, poned el queso Mascarpone en un bol y coladle la crema inglesa por encima. Mezcladlo y dejadlo reposar 24 horas en al nevera. Cuándo retireis la crema de la nevera, montadla hasta que adquiera uan textura cremosa.
Por otra parte, mezclad el azúcar con el café i añadid el licor Amaretto. Después, mojad los bizcochos con ésta mezcla, escurridlos y ponedlos en un plato.
Poned en una copa tres cucharadas de la crema del Mascarpone y una capa de bizcochos. Seguid asi, haciendo capas hasta llenar la copa, acabando con una capa de crema. Dejadlo en la nevera una o dos horas, y justo en el momento de servir, espolvoread con cacao en polvo
Ingredientes para 4 personas:
- Bizcochos de soletilla
- 250 grs de nata líquida
- 250 grs de queso Mascarpone
- 50 grs de sucre
- 2 yemas de huevo
- 200 grs de café expresso
- 10 grs de azúcar
- 1 vasito de licor Amaretto
- Cacao en polvo para adornar
Elaboración:
Para hacer la crema, poner a hervir la crema de leche y el azúcar a 86 grados (necesitareis un termómetro de cocina). Seguidamente, batid las yemas de huevo en un bol. Cuándo la crema empieze a hervir, incorporadla en el bol, mientras se va removiendo. A continuacion, poned el queso Mascarpone en un bol y coladle la crema inglesa por encima. Mezcladlo y dejadlo reposar 24 horas en al nevera. Cuándo retireis la crema de la nevera, montadla hasta que adquiera uan textura cremosa.
Por otra parte, mezclad el azúcar con el café i añadid el licor Amaretto. Después, mojad los bizcochos con ésta mezcla, escurridlos y ponedlos en un plato.
Poned en una copa tres cucharadas de la crema del Mascarpone y una capa de bizcochos. Seguid asi, haciendo capas hasta llenar la copa, acabando con una capa de crema. Dejadlo en la nevera una o dos horas, y justo en el momento de servir, espolvoread con cacao en polvo
ANGINAS Cuando se sufría de anginas, se ponía grasa de pollo en un trapo y se colocaba alrededor del cuello
COMPETITIVIDAD Al parecer, los Santos también se hacían la competencia y no les gustaba quedar en último lugar. Por esto, y suponemos que también como un buen método para memorizar el santoral, se decía: "El veinte de enero, San Sebastián el primero. Detente, varón, que el primero es San Antón. Detente, detente, que el primero es San Vicente
INDUMENTARIA Había un dicho que decía mucho la tia Trinidad cuando veía a alguien que llevaba una prenda de vestir que le estaba grande o no le caía bien. Decía "Desde que estuvistes en La Habana, te da po'l culo la almaricana". En realidad quería decir americana, chaqueta, pero ella siempre lo decía así
LETANÍAS (01) Había una época del año (hacia mayo) que casi todos los días se iba en procesión y cantando letanías. De ahí viene el dicho de: "Lunes, letanías; martes, letainón; miércoles, letainas; jueves la Ascensión
SUERTE (01) Cuando uno tenía una temporada de mala suerte, solía decir aquello de: "Nací feo y pobre; me casé y me hicieron cabrón; si me muero y me condenan, poco tengo que agradecer a Dios
SUERTE (02) Cuando alguien tenía una mala racha de suerte, especialmente en el juego, solía decir: "tengo la suerte del enano, que se limpia el culo con la mano
UNA DE NOVIOS Los noviazgos entre viudos sin hijos tampoco estaban exentos de picaresca. Frecuentemente dormían los novios juntos antes de contraer matrimonio, pero sus conciudadanos no podían confirmar sus sospechas ya que el novio elegía altas horas de la noche para trasladarse a la casa de su compañera. De cualquier forma y como la curiosidad aldeana ha estado siempre latente, a veces era alguna nevada la que descubría el secreto. Como es de suponer, en estas latitudes la nieve cae durante buena parte del invierno. Si comenzaba a nevar cuando el novio ya se encontraba dentro de la casa de la viuda, era evidente que al salir por la mañana dejaría las huellas al pisar sobre la nieve, en cuyo caso quienes estaban a la expectativa contaban con pruebas convincentes para confirmar sus sospechas
UNA DE HAMBRE Era costumbre durante la época de la recolección que las mujeres dejasen la comida preparada para sus hijos, porque ellas permanecían durante todo el día en el rastrojo. Los hermanos más mayores o bien las abuelas, si ni los unos ni las otras eran aptos para el trabajo en cuestión, se encargaban de alimentar a los más pequeños. Con relación a este hecho, se cuenta la siguiente anécdota.
Había dejado la madre una pucherilla de sopas para que comiesen dos hermanos. Llegó la hora de la comida y el mayor calentó las sopas y comenzó a comer con apetito. El pequeño, que tenía hambre y no recibía su ración, reclamó: “Chache, dame sopas”. El mayor contestó: “No, majo, espérate, que queman”, y siguió comiendo. El pequeño, viendo que él se quedaba sin comer, preguntó al mayor: “ ¿A ti no te queman, chache?. A lo que respondió el mayor: “No, porque a mí me conocen”.
Había dejado la madre una pucherilla de sopas para que comiesen dos hermanos. Llegó la hora de la comida y el mayor calentó las sopas y comenzó a comer con apetito. El pequeño, que tenía hambre y no recibía su ración, reclamó: “Chache, dame sopas”. El mayor contestó: “No, majo, espérate, que queman”, y siguió comiendo. El pequeño, viendo que él se quedaba sin comer, preguntó al mayor: “ ¿A ti no te queman, chache?. A lo que respondió el mayor: “No, porque a mí me conocen”.
LA SEGUNDA DE HAMBRE Eran tiempos en los que la comida no abundaba y, además, uno de los castigos más usuales era el de enviar a los chicos a la cama sin cenar. Relacionada con estos hechos se cuenta la siguiente anécdota.
Habían castigado a un niño a irse a la cama sin cenar. Este niño dormía en la misma cama que una hermana, hecho que también era usual en aquellos tiempos de familiar numerosas. Cuando se acostó la hermana el niño preguntó: “Chacha, ¿qué habéis cenado?”. A lo que la niña, siguiendo instrucciones de sus padres, contestó: “Patatas y chiche”. Lo más habitual era que se cenarán sólo patatas, y el chiche (carne o tocino) se consumía en contadas ocasiones. Así que el niño comenzó a llorar desconsoladamente mientras decía: “ ¡Ay, chacha!, ahora me mato; ahora me ahorco; que habéis comido chiche y a mí no me habéis dejado”. La hermana, viendo al niño tan desesperado, decidió confesar la verdad: “No te ahorques, no te mates, chache, que sólo hemos comido patatas
Habían castigado a un niño a irse a la cama sin cenar. Este niño dormía en la misma cama que una hermana, hecho que también era usual en aquellos tiempos de familiar numerosas. Cuando se acostó la hermana el niño preguntó: “Chacha, ¿qué habéis cenado?”. A lo que la niña, siguiendo instrucciones de sus padres, contestó: “Patatas y chiche”. Lo más habitual era que se cenarán sólo patatas, y el chiche (carne o tocino) se consumía en contadas ocasiones. Así que el niño comenzó a llorar desconsoladamente mientras decía: “ ¡Ay, chacha!, ahora me mato; ahora me ahorco; que habéis comido chiche y a mí no me habéis dejado”. La hermana, viendo al niño tan desesperado, decidió confesar la verdad: “No te ahorques, no te mates, chache, que sólo hemos comido patatas
las reuniones en el lavadero propiciaban el cotilleo la procacidad
BRINDIS También se aprovechaban los brindis, sobre todo en las bodas, días de la matanza del cerdo, etc. para soltar alguna desvergüenza como ésta:
Brindo y rebrindo en la Puentecilla,
debajo [de] los pantalones
tengo la colilla.
BRINDIS También se aprovechaban los brindis, sobre todo en las bodas, días de la matanza del cerdo, etc. para soltar alguna desvergüenza como ésta:
Brindo y rebrindo en la Puentecilla,
debajo [de] los pantalones
tengo la colilla.
¡Ay, madre! que me l'han roto.
Hija, no digas el qué.
El cantarico en la fuente;
madre ¿qué creía usted?
Hija, no digas el qué.
El cantarico en la fuente;
madre ¿qué creía usted?
Refrán verdadero, el que come morcilla, caga moreno
