Recuerdos que nunca se borrarán de mi mente al ver las fotos de las fiestas de La Virgen de los Remedios. Son grandes, MUY grandes. Ya retumba el tamboril...
La flauta vierte, lejana, un raudal de antiguos ecos que hace remanso en el alma.
Voz profunda de la tierra, con devoción escuchada.