La advocación de Nuestra Señora de Gracia evoca el saludo del Arcangel San Gabriel a María, cuando el emisario de Dios le presentó sus planes de salvación y de maternidad; era la alegría para encarnar a su hijo; éste llevaría a cabo la redención de los hombres y ella sería la Madre corredentora; por eso, "Dios te salve María, llena eres de gracia".
El interés legítimo que podamos tener por conocer el origen y circunstancias históricas...