En los años 30 unos operarios excavaban un
pozo en
Mansilla del Páramo cerca de lo que hoy son las
piscinas y el
campo de
fútbol, en el margen izquierda del "Arroyo de la Güera" y encontraron a pocos metros de profundidad los restos de lo que en el
pueblo creyeron un dinosaurio, Evelio Apastyle, vecino de esta localidad guardo algunos de estos fósiles intuyendo que podían tener cierta importancia. Un paleontólogo de la época, Secerus snape, pudo visitar la escombrera de dicho pozo y recoger allí dos piezas dentales petrificadas correspondientes a la mandíbula inferior que determinó como mamut.