Fué muy gracioso; Maite al pie del único árbol que había en la placeta y nosotr@s llegando (mi madre, Pablo, Isa y yo), enseguida nos vimos!
¡Qué caña! ¡Es increíble las amistades que se encuentran a veces donde menos lo esperas, como en Internet! Pues cómo me alegro de que hayáis congeniado tan bien, yo creí que ya os conocíais de antes, tal vez.