El arco se llenaba de azahar (que palabra más árabe) en primavera y mi madre tenía infinidad de flores por todos los sitios. Su pasión era El Castillo, su variopinto y cuidado jardín y las antigüedades. En Mayo ya se venía para el pueblo y se tomaba unas vacaciones hasta Octubre. No podía vivir sin sus macetas y era inmensamente feliz en su Castillo. Mi padre y yo nos arreglábamos estupendamente en León. Nos alternábamos en las labores domésticas (un día cocinaba él y yo fregaba y hacía la compra)
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Pues como bien dice Maite, el azahar es la
flor del naranjo, no creo que ahí en
El Castillo se diera ese
fruto, lo digo por lo de las
heladas, a ver si tu memoria te confunde.....
Me encantan esos olores profundos, como el jazmín, etc.... desprenden un precioso perfume que invaden las
noches de
verano aquí en el sur.
A mi tambien me encantan las
flores, he llegado a tener ciento y pico macetas, ahora cada vez menos, se me helaron todas (bueno, se salvaron dos) una
noche de muy frio
invierno; ahora
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