La Hornera Omañesa y sus últimos vestigios. ¡pero que majo! pues que en paz descanse! si, estaba un poco rabiado y no se acostumbraba ni al horario ni a la comida, pero enseguida conocio los bares de los alrededores y ya empezo a salir y luego era feliz viniendo con nosotros. llevaba en la cartera la foto de valeri y se la enseñaba a todo el mundo. cuando la llevaba a verle salia con kilos de caramelos todos la decian: ay gapina, eres la sobrina de conrado y venga a darla caramelos ¿Que fueron cuatro años los que vivó aquí? ¡Que simpático!, menos mal que lo vió mi madre, se llevo una gran alegría