Antes de la Revolución Industrial, la energía muscular, la eólica y la hidráulica fueron las tres principales fuentes de energía empleadas para hacer funcionar mecanismos más o menos complejos. En el caso de los molinos hidráulicos, la molturación de los cereales se produce gracias a la transformación de la energía cinética del agua en un movimiento rotatorio que, por fricción entre dos muelas, convierte en harina los granos de cereal.