... y él erre que erre que no y luego pidiendo asilo debajo del mio (como soy una alma caritativa, no me pude negar a dárselo), resumiendo: llegué calada a la casa materna del chaval. Vaya dia de frio y encima me tocó compartir mi mini-paraguas con el zoquete del rapá (fuimos de excursión hasta Cornombre). Y no sería porque su señora esposa no le advirtiera de que cogiera uno. todo el dia lloviendo, viva el verano