Este
invierno, uno de esos días que tanto nevó, me comentó Pilar que se tuvo que levantar por la
noche y echarlas pues las
vacas se restregaban contra la
puerta porque buscaban
refugio. Pilar tenía miedo que se la tiraran; le comieron las plantas que tenía al lado de la
casa. Este domingo pasado tambien estaban por allí y las llevaron hasta el
camino de las Regueras