Sí Maite, yo tambien comparto contigo experiencias similares, tengo cicatrices en las dos rodillas, otra en la frente. Esta última me la hice, cuando tenía dos años, me caí en unas
rocas en una
playa de
La Coruña y según mi madre tambien sangraba como un cerdito. En la pierna me clavé un anzuelo (tambien pequeñina, yo) y tengo otra cicatriz. Pero vamos que de secano tambien hay otras