Nosotros veniamos siempre para la recogida de la hierba, todas las manos eran pocas. Yo iba con las
vacas y así le evitaba a mi abuela el que fuera ella. no sabía como agradecermelo. Una vez me hizo una tortilla de sardinas para merendar, a mi me gustó mucho, luego todos los días cuando venía, me tenía la dichosa tortilla preparada... a mi ya me salia por todos los poros de mi piel y no quería ser desagradecida y decirle que no me hiciera más que ya estaba harta. se lo tuve que decir a mi madre,
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