MEDIO AMBIENTE / Críticas a la Junta
Denuncian el abatimiento de lobos en la provincia
La erradicación de ejemplares deja a los lobeznos desprotegidos
Han aparecido lobeznos en precarias condiciones de salud. ICAL
Ical / León
El abatimiento de una hembra reproductora por parte de un celador de la Reserva de Caza de Riaño, en la provincia de León, podría haber sido el detonante de la aparición reciente de al menos dos lobeznos que se encuentran “en precarias condiciones de salud” en las cercanías de una localidad al sur de esta comarca, según denunciaron varias asociaciones ecologistas a través de un comunicado. A su juicio, estos hechos se deben a “una campaña de erradicación de la especie” promovida por la Junta de Castilla y León.
Uno de los cachorros fue recogido en el propio casco urbano con una pata rota y numerosos parásitos, por lo que fue trasladado a un centro de recuperación de fauna silvestre. El otro cachorro fue observado varias veces más en el entorno del lugar donde, presuntamente, fue abatida la madre. Ambos ejemplares presentaban claros síntomas de desnutrición.
Los grupos ecologistas recordaron que desde la pasada primavera la Junta de Castilla y León “ha permitido el abatimiento de individuos adultos de lobos en época de reproducción”, fundamentalmente en el interior de varios espacios naturales protegidos, especialmente Mampodre y Riaño, un hecho que, además de ser considerado “éticamente reprobable”, debería estar “suficientemente acreditado”.
Además, Ecologistas en Acción, Gedemol, Ascel y la Plataforma para la Defensa de la Cordillera Cantábrica denunciaron que las prácticas de control de lobos promovida por la Dirección de las Reservas Regionales de Caza de León implican “matar muchos más lobos que los contemplados en los cupos de caza aprobados en el plan de gestión del lobo”.
Las asociaciones mencionadas lamentaron el “oscurantismo” de la Administración en lo referido a este tema y aseguraron que fuentes consultadas cifran en los últimos meses el abatimiento de al menos dos hembras preñadas más en la Montaña Oriental Leonesa, además de varios ejemplares adultos en las cercanías de las localidades de Polvoredo, Lillo y en el límite entre Portilla de la Reina y Casasuertes.
Según el comunicado enviado por las asociaciones, el abatimiento de adultos durante el periodo reproductor supone “la desestructuración de la organización social del lobo en varias manadas”, así como el “exterminio encubierto” de los adultos y sus cachorros en plena época reproductora.
A las cifras expuestas habría que añadir los 23 lobos más que la Junta de Castilla y León “tiene previsto abatir” la siguiente temporada en la montaña leonesa, a pesar de que se constata una reducción del 18 por ciento en el número de lobos detectados.
Los grupos ecologistas consideraron que las medidas de gestión promovidas por la dirección de estos espacios de titularidad pública, y avalados desde los servicios centrales de la Junta de Castilla y León en Valladolid, debieran ser “modelos de gestión” para el resto de territorios y no contravenir las leyes de creación de los propios espacios naturales y otras normativas de rango superior, ya que estos parques naturales están incluidos en la Red Natura 2000, cuya finalidad es asegurar la supervivencia a largo plazo de las especies y los hábitats más amenazados de Europa, contribuyendo a detener la pérdida de biodiversidad ocasionada por el impacto adverso de las actividades humanas.
Por todo ello, las organizaciones solicitaron a la Consejería de Medio Ambiente “que no se autoricen más controles de lobos” en periodo de reproducción de la especia, que se “agilice” el pago de los daños presuntamente ocasionados por el lobo y se inicie “de inmediato” un plan preventivo de protección del ganado doméstico en el norte de la Comunidad mediante la adopción de los métodos ensayados en los programas ‘Life-Coex’ de prevención que la Junta financió años atrás.
Por otro lado, se solicitó también el cese “inmediato” del director de las Reservas Regionales de Caza de León, Juan Carlos Peral, ya que su modelo de gestión basado en la producción de caza mayor está “desfasado” y resulta “poco acorde” con criterios de sostenibilidad y protección ambiental que deberían imperar en los espacios naturales más valiosos del norte de la provincia de León.
Denuncian el abatimiento de lobos en la provincia
La erradicación de ejemplares deja a los lobeznos desprotegidos
Han aparecido lobeznos en precarias condiciones de salud. ICAL
Ical / León
El abatimiento de una hembra reproductora por parte de un celador de la Reserva de Caza de Riaño, en la provincia de León, podría haber sido el detonante de la aparición reciente de al menos dos lobeznos que se encuentran “en precarias condiciones de salud” en las cercanías de una localidad al sur de esta comarca, según denunciaron varias asociaciones ecologistas a través de un comunicado. A su juicio, estos hechos se deben a “una campaña de erradicación de la especie” promovida por la Junta de Castilla y León.
Uno de los cachorros fue recogido en el propio casco urbano con una pata rota y numerosos parásitos, por lo que fue trasladado a un centro de recuperación de fauna silvestre. El otro cachorro fue observado varias veces más en el entorno del lugar donde, presuntamente, fue abatida la madre. Ambos ejemplares presentaban claros síntomas de desnutrición.
Los grupos ecologistas recordaron que desde la pasada primavera la Junta de Castilla y León “ha permitido el abatimiento de individuos adultos de lobos en época de reproducción”, fundamentalmente en el interior de varios espacios naturales protegidos, especialmente Mampodre y Riaño, un hecho que, además de ser considerado “éticamente reprobable”, debería estar “suficientemente acreditado”.
Además, Ecologistas en Acción, Gedemol, Ascel y la Plataforma para la Defensa de la Cordillera Cantábrica denunciaron que las prácticas de control de lobos promovida por la Dirección de las Reservas Regionales de Caza de León implican “matar muchos más lobos que los contemplados en los cupos de caza aprobados en el plan de gestión del lobo”.
Las asociaciones mencionadas lamentaron el “oscurantismo” de la Administración en lo referido a este tema y aseguraron que fuentes consultadas cifran en los últimos meses el abatimiento de al menos dos hembras preñadas más en la Montaña Oriental Leonesa, además de varios ejemplares adultos en las cercanías de las localidades de Polvoredo, Lillo y en el límite entre Portilla de la Reina y Casasuertes.
Según el comunicado enviado por las asociaciones, el abatimiento de adultos durante el periodo reproductor supone “la desestructuración de la organización social del lobo en varias manadas”, así como el “exterminio encubierto” de los adultos y sus cachorros en plena época reproductora.
A las cifras expuestas habría que añadir los 23 lobos más que la Junta de Castilla y León “tiene previsto abatir” la siguiente temporada en la montaña leonesa, a pesar de que se constata una reducción del 18 por ciento en el número de lobos detectados.
Los grupos ecologistas consideraron que las medidas de gestión promovidas por la dirección de estos espacios de titularidad pública, y avalados desde los servicios centrales de la Junta de Castilla y León en Valladolid, debieran ser “modelos de gestión” para el resto de territorios y no contravenir las leyes de creación de los propios espacios naturales y otras normativas de rango superior, ya que estos parques naturales están incluidos en la Red Natura 2000, cuya finalidad es asegurar la supervivencia a largo plazo de las especies y los hábitats más amenazados de Europa, contribuyendo a detener la pérdida de biodiversidad ocasionada por el impacto adverso de las actividades humanas.
Por todo ello, las organizaciones solicitaron a la Consejería de Medio Ambiente “que no se autoricen más controles de lobos” en periodo de reproducción de la especia, que se “agilice” el pago de los daños presuntamente ocasionados por el lobo y se inicie “de inmediato” un plan preventivo de protección del ganado doméstico en el norte de la Comunidad mediante la adopción de los métodos ensayados en los programas ‘Life-Coex’ de prevención que la Junta financió años atrás.
Por otro lado, se solicitó también el cese “inmediato” del director de las Reservas Regionales de Caza de León, Juan Carlos Peral, ya que su modelo de gestión basado en la producción de caza mayor está “desfasado” y resulta “poco acorde” con criterios de sostenibilidad y protección ambiental que deberían imperar en los espacios naturales más valiosos del norte de la provincia de León.