GANADERÍA / Proyecto Muruna
Perros ‘detectores’ de veneno acompañan al rebaño que recorre León
Se pretende que los pastores usen a los canes para erradicar los cebos
Beatriz Núñez / León
El rebaño de 500 ovejas y cabras que desde hace unos días atraviesa la provincia de León, dentro del proyecto de la marcha trashumante Muruna, estará acompañando y salvaguardado durante sus últimas etapas de recorrido por perros pastores que tienen la peculiaridad, bajo adiestramiento previo, de detectar cebos envenenados.
El proyecto Muruna se centra en poner en valor y en denunciar todos aquellos usos que puedan tanto potenciar como denigrar el medio ambiente, mediante la promoción y auspicio de proyectos tradicionales como en este caso lo es el pastoreo.
Una perra de raza pastor belga llamada Mira de Jelova, que fue adiestrada en 2009 para la detección de veneno por técnicos de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, saldrá hoy al encuentro del rebaño, junto a la perra pastora procedente de Muruna-Tanzania, que se sumará a las acciones que reivindica el mundo ganadero respecto al empleo de cebos envenenados.
El proyecto Muruna puso a disposición de las instituciones de Castilla y León, Asturias, Galicia y Cantabria, una unidad canina de disuasión y lucha contra el uso ilegal de cebos envenenados, respondiendo así a la colaboración ciudadana que reclama la Estrategia Nacional contra el Uso de Cebos Envenenados en el Medio Natural aprobada, en octubre de 2004 por la Conferencia Sectorial de Medio Ambiente y redactada por técnicos de las comunidades autónomas que integran el corredor osero cantábrico.
En la zona de La Pernía han muerto en los últimos años varios ejemplares de oso, de los que 4 fueron envenenados. El proyecto piloto de Muruna, que se encuentra auspiciado por diferentes fundaciones conservacionistas y está financiado por el Marm busca que el mundo pastoril se beneficie de la biodiversidad y sea quien vigile para erradicar el uso de cebos envenenados, al lesionar sus intereses económicos esta práctica, intentando implantar un modelo de desarrollo rural basado en la conservación de la naturaleza.
Perros ‘detectores’ de veneno acompañan al rebaño que recorre León
Se pretende que los pastores usen a los canes para erradicar los cebos
Beatriz Núñez / León
El rebaño de 500 ovejas y cabras que desde hace unos días atraviesa la provincia de León, dentro del proyecto de la marcha trashumante Muruna, estará acompañando y salvaguardado durante sus últimas etapas de recorrido por perros pastores que tienen la peculiaridad, bajo adiestramiento previo, de detectar cebos envenenados.
El proyecto Muruna se centra en poner en valor y en denunciar todos aquellos usos que puedan tanto potenciar como denigrar el medio ambiente, mediante la promoción y auspicio de proyectos tradicionales como en este caso lo es el pastoreo.
Una perra de raza pastor belga llamada Mira de Jelova, que fue adiestrada en 2009 para la detección de veneno por técnicos de la Consejería de Medio Ambiente de la Junta de Andalucía, saldrá hoy al encuentro del rebaño, junto a la perra pastora procedente de Muruna-Tanzania, que se sumará a las acciones que reivindica el mundo ganadero respecto al empleo de cebos envenenados.
El proyecto Muruna puso a disposición de las instituciones de Castilla y León, Asturias, Galicia y Cantabria, una unidad canina de disuasión y lucha contra el uso ilegal de cebos envenenados, respondiendo así a la colaboración ciudadana que reclama la Estrategia Nacional contra el Uso de Cebos Envenenados en el Medio Natural aprobada, en octubre de 2004 por la Conferencia Sectorial de Medio Ambiente y redactada por técnicos de las comunidades autónomas que integran el corredor osero cantábrico.
En la zona de La Pernía han muerto en los últimos años varios ejemplares de oso, de los que 4 fueron envenenados. El proyecto piloto de Muruna, que se encuentra auspiciado por diferentes fundaciones conservacionistas y está financiado por el Marm busca que el mundo pastoril se beneficie de la biodiversidad y sea quien vigile para erradicar el uso de cebos envenenados, al lesionar sus intereses económicos esta práctica, intentando implantar un modelo de desarrollo rural basado en la conservación de la naturaleza.