Es mas cómodo ahora y
sin embargo
echo de menos
el largo y empedrado pasadizo,
el cántaro
acarreando de la fuente,
la leche
el relente de la ventana
y las negruzcas tinajas del aceite.
Sigo añorando
las cuidadosas manos que
limpiaban la fruta cada día,
que cernían la harina y el azúcar,
que cuidadosamente colocaban
cada cosa en su lugar
correspondiente.
Hay una niña, dormida,
soñadora,
en este corazón
ya decadente, que
aun recuerda
los pasos de un abuela,
sus oraciones
relatos y poemas.
Buenos y fríos días para todo el foro y a Manzaneda, disfrutar del otoño,
porque es una estación para ello. saludos
sin embargo
echo de menos
el largo y empedrado pasadizo,
el cántaro
acarreando de la fuente,
la leche
el relente de la ventana
y las negruzcas tinajas del aceite.
Sigo añorando
las cuidadosas manos que
limpiaban la fruta cada día,
que cernían la harina y el azúcar,
que cuidadosamente colocaban
cada cosa en su lugar
correspondiente.
Hay una niña, dormida,
soñadora,
en este corazón
ya decadente, que
aun recuerda
los pasos de un abuela,
sus oraciones
relatos y poemas.
Buenos y fríos días para todo el foro y a Manzaneda, disfrutar del otoño,
porque es una estación para ello. saludos