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MANZANEDA DE OMAÑA: Comen como bueyes...

Comen como bueyes
Los empleados de El Mular cuidan a una cabaña de la que Asaja asegura que se encuentra en un estado semisalvaje

02/12/2010 a. DOMINGO | OMAÑÓN / Villar

La lucha por el ganado y sus pastos se libra en Omaña. Aunque el tema parece más propio del cine y recuerda a John Wayne, la comarca que tuvo bandolero propio se ha enfrascado en los últimos días en una suerte de disputa por el estado de una ganadería con más de 700 cabezas y cerca de 2.000 hectáreas de pasto, a la que el sindicato agrario Asaja ha acusado de no atender a los animales y ser un foco de propagación de enfermedades.
Sin embargo, los trabajadores de la firma El Mular, S. L. no tuvieron ayer inconveniente en mostrar a un equipo de Diario de León su trabajo con bueyes, vacas, terneros y burros que su empresa cría en los pastos de Omañón. Sobre el mediodía, tres empleados de la empresa del grupo Acycsa accedían a los pastos alquilados en esta en dos vehículos todoterreno para facilitarles un alimento que la nieve les negaba ayer. El encuentro con los periodistas se había producido poco antes, en El Castillo, de forma casual.

La otra versión. El rapado sobre la paletilla convenció ayer al pedáneo de Villar, José Luis Rubio, del paso de los veterinarios por la localidad para efectuar el saneamiento. Sin embargo, Rubio sostenía ayer que «no todo» el ganado de El Mular ha pasado y pasa los reconocimientos, obligatorios por ley, debido a la presencia de ejemplares sueltos por los montes de Omaña. Ganado «incontrolado», del que han aparecido ejemplares «muertos en los montes, que devoran jabalíes y zorros». « ¿Cómo se puede consentir esta situación en una reserva de la biosfera (Omaña-Luna) y del urogallo?» El pedáneo de Villar cree que Asaja «debería venir a controlar el saneamiento, asegurando el número de animales que se someten a éste y si se trata o no de toda la cabaña de El Mular».

Rubio teme que la situación de la empresa lleve al descuido de la ganadería y señala que los rollos de paja en el Villar, ayer veintidós, «son pocos para todas las vacas que hay aquí» ante la campaña de invierno.