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MANZANEDA DE OMAÑA: LIBROS / Presentación...

LIBROS / Presentación
“Seguimos pensando y expresándonos en leonés”
Margarita Álvarez presentó ayer ‘El habla tradicional de la Omaña Baja’

Margarita Álvarez Rodríguez presentó ayer su estudio sobre el habla tradicional de su tierra. MAURICIO PEÑA
F. Fernández / Omaña
No nos hacemos daño, nos mancamos; no nos pillamos los dedos en las puertas sino que nos entallamos; si estornudamos decimos que esperriamos; no nos ahogamos sino que nos añusgamos; no tenemos garganta sino gañate; no somos tartamudos sino zarabetos; si tenemos mala cara decimos que estamos abufarrados; si se nos infecta una herida nos sale un teto de pus; podemos tener hartura o rugidera de tripas según hayamos comido pero si no comemos estamos esfambriados y si no tenemos apetito somos unos birrias… No cerramos la puerta la trancamos”. Y sigue y sigue.
La profesora e investigadora Margarita Álvarez Rodríguez es capaz de seguir diciendo ejemplos como los anteriores hasta la extenuación, hasta que utilice las tres mil palabras que recoge en su libro ‘El habla tradicional de la Omaña Baja’ que ayer presentó en la obra cultural de Caja España en León. “No necesita mucha explicación este libro ‘El habla tradicional de la Omaña Baja’, si os digo que nací en un pequeño pueblo de Omaña. Ha visto la luz ahora pese a que empecé a hacerlo hace muchos años, en 2001. Se celebraba el Año Internacional de las Lenguas y yo me di cuenta de que había hablado una lengua distinta al castellano pero después la había abandonado, por mi propia educación en castellano. Me pareció que era entonces el momento de hacerle un homenaje a esa lengua, en la que había aprendido a hablar y a pensar”.
El estudio se centra en los pueblos del ayuntamiento de Valdesamario. “No solo estudio el castellano tradicional que está a punto de perderse, sobre todo el vinculado a las faenas agrícolas, también los rasgos del leonés que se conservan en la zona y que no solo los utiliza la gente mayor, como podría pensarse”. Se trata de un estudio fonético, morfológico y sintáctico, pero, dice la autora, “creo que lo más interesante del libro es el léxico, porque es lo más rico y lo más expresivo. “Hay partes que tienen mucho que ver con las palabras agrícolas, los aperos, las fiestas… y encontramos un léxico muy expresivo, onomatopéyico. Es decir, que tenemos muchas palabras propias, que seguimos pensando y expresándonos en leonés, por eso hay una parte del libro que se llama así hablamos, así vivimos, así somos”.
Y se pregunta Álvarez Rodríguez. “En este contexto cultural y lingüístico ¿hay alguien que pueda seguir entendiendo bien el significado del adjetivo castellano-leonés referido a la procedencia de alguien, a la cultura y a la lengua? Se puede entender el nombre de Castilla y León como una entidad administrativa, aunque sea artificial, referido a dos entidades históricas diferentes pero es más difícil entender el adjetivo que parece designar algocon un origen y cultura aparentemente comunes y que sin embargo es muy diverso tanto en lo geográfico, lo lingüístico o lo cultural. Somos omañeses, somos leoneses, somos españoles y queremos seguir siendo aldeanos”.

P. D.... POR GENTILEZA DE RAQUEL, NUESTRA CORRESPONSAL EN LA "CAPI" (GRACIAS!)