MANZANEDA DE OMAÑA: Al pajar iba quien quería, yo nunca fuí al pajar a...

Antes se "apalpaba", igual ó más que ahora, lo que pasa que se hacía de una forma discreta y recatada. El pajar era un lugar que encerraba mucho erotismo, y cuando entrábamos en él, acudían a nuestras mentes voluptuosidades y deseos lascivos inconfesables.

Al pajar iba quien quería, yo nunca fuí al pajar a no ser a mesar la hierba pa´echarsela a las vacas, pero nada más! que yo era (y soy) muy decente. Algún indecente se arrimó a mi, pero salió con el rabo entre las patas! jajajajajajaja