Para algunos el orden es la máximo de su rútina diaria, para otros ordenar es un coñazo. Y les hay también a quienes les da lo mismo como este todo.
El desorden, madre mia, eso es otro cantar.
Hay quienes encuentran sus cosas en el desorden más loco, y quienes si todo esta desordenado se vuelven histericos.
Ordeno y mando.
Un saludo